sábado, 31 de marzo de 2018

Sus textos

Unas pequeñas historias donde han utilizado el recurso literario de la personificación y la moraleja.

LA BASURA Y LA BASURA

En un patio en un lejano patio donde no me acuerdo había mucha basura y siempre se quedaba ahí. Una vez pusieron otra basura pero a los alumnos les daba igual y una basura le preguntó a la otra:
-¿Por qué estás aquí en el suelo?
Y una manzana mordida dijo:
-¡¡¡Porque aquí me han dejado!!!
-Pues haz que no te dejen ahí.
-Tengo una idea-dijo un papel de plata muy sabio -Bla, bla, bla (hablando idioma basuril)
Al día siguiente hicieron una manifestación toda la basura del patio a los alumnos tirándose contra ellos y...por fin aprendieron la lección y tiraron toda la basura a donde iba: al contenedor de basura.
¡¡¡Y todos se reciclaron!!!

Juan Manuel
EL DIPPER Y EL TIPEX

Siempre los confundían los nombres al pobre dipper y al pobre tipex. El tipex lloraba porque siempre le llamaban Dipper.
Sofía
Esto era un calcetín llamado Pepe Roto y no le gustaba entrar en Balay, la lavadora. Entonces comenzó a oler mal y se quedó sin amigos. Pepe Roto se sentía muy solo así que por fin se lavó y entró en Balay.
Sofía
EL ESTUCHE Y EL LÁPIZ

Erase una vez un estuche que le gustaba estar limpio y no dejaba que los lápices se metieran dentro de él. Un día un lápiz muy astuto se quiso meter dentro.
Pero se negó: No, no, no, no.
-Pero si no me dejas no cumplirás tu trabajo-le dijo el lápiz.
Y así el estuche dejaba que los lapices se metieran.
Alejandra
EL SOL Y LA LUNA

Era la hora de que saliera la luna y se fuera el sol:
-¡Oye sol! ¿Te gustaría ir cambiando?-dijo la luna amablemente.
-¡Espérate! Que hoy estoy que ardo-respondió bruscamente.
-Todavía te queda mucho que aprender sol.
El sol fue cambiando para que saliera la luna. Fue reflexionando sobre lo que le dijo la luna y al día siguiente comprendió lo que le había dicho y cambió su actitud.
Gabriela
EL AGUA OLGAZANA

-¡Hola! -saludó una botella de agua a una maceta.
-¿Nos puedes dar un poco de agua?- le preguntó la planta.
-No, que me gasto-dijo la botella.
Al cabo de unos días…
La planta había muerto de sed, ya que el agua no se quería gastar.
-¡Qué mal me siento! -dijo la botella al ver la planta muerta.
El agua se estaba poniendo mala, ya que habían pasado ya varias semanas con el agua a cambiar.
De repente apareció un humano, y fue a coger la botella para beber agua, cuando la probó…
-Puaj, este agua está mala.
De repente tiraron la botella y dijo el hombre:
-¿Por qué no la habré rellenado antes?
En cuanto el agua escuchó que se podía rellenar, se sintió mal, porque gracias a ella habían muerto la familia de las plantas, y por ser egoísta, se va a morir podrida, ya que en su momento no lo quiso dar todo por ella.

 Marta

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